Los Pittsburgh Penguins, campeones de la Stanley Cup en 2016 y 2017, vuelven a las pistas con un balance de 40-23-6 (V-D-E), es decir, un porcentaje de 62.3%. Van a enfrentarse en la ronda de clasificación a los Montreal Canadiens para obtener su billete para los Playoffs.
La temporada de los Penguins ha sido difícil, han sufrido la perdida de sus tres mejores jugadores: Sidney Crosbi solo ha jugado 28 partidos, Jake Guentzel 30, y Evgeni Malkin a penas 14. Pero aun asi, han conseguido aguantar y sumar buenos resultados, y terminan con el séptimo mejor balance de toda la liga. Gracias en gran parte al alero Bryan Rust y sus 27 goles.
La aportación del General Manager Jim Rutherford también se ha notado, fichajes como el del defensa John Marino (26puntos) y los delanteros Patrick Marleau y Jason Zucker han aportado profundidad en el banquillo y han compensado mejor de lo esperado las bajas de las estrellas.
La duda que genera este equipo es que no ha podido estar completo y los jugadores no han podido jugar juntos, lo que puede ser un arma de doble filo, no se sabe cual es el nivel real del grupo si están todos disponibles. Lo que si se sabe es que las estrellas están en el prime de su carrera, los jóvenes se han adaptado rápidamente, y todos están respaldados por unos veteranos solidos que conocen los playoffs.
La buena noticia de la vuelta ha sido la reincorporación de Guetzel, el alero izquierdo ausente desde diciembre va a esta al lado de Crosby en la delantera. Zucker pasará a la segunda unidad con Malkin, lo que la hará bastante peligrosa para los rivales; los finales del primer periodo-inicios del segundo podrían ser muy interesante.
La mala noticia es la baja del delantero Dominik Simon operado del hombro a finales de abril.
El pick numero 21 del draft Samuel Poulin se ha incorporado al segundo equipo de los Penguins, los Black Aces.
Sídney Crosby quiere su cuarta Stanley Cup, pero la franquicia no puede esperar a que lo haga todo el, va a ser necesaria la aportación de Malkin entre otros. Pero el problema de los Pens no está en el ataque donde van sobrados, ni en defensa donde el efectivo es sólido, la gran duda es la portería.
Matt Murray, titular en el equipo campeón en 2016 y 2017 ha tenido una temporada muy “modesta” por no decir otra cosa… a penas 20 victoria y un triste 0.89 en paradas. El joven Tristan Jarry parece mas fiable hoy en día con 2.43 en paradas, pero no tiene experiencia en series de playoffs. El entrenador Mike Sullivan, famoso por tener muy poca paciencia, tiene que resolver el problema rápidamente y tomar decisiones con cierto tacto, ya que, en series eliminatorias, un run-run en el vestuario sobre el tema del portero o la simple falta de confianza de los propios jugadores (defensas, sobre todo) en su arquero puede causar la derrota e incluso provocar problemas internos.
“La experiencia y el leadership de nuestros jugadores son factores inestimables, han vivido muchas cosas y es una ventaja. Todo el equipaje que llevan puede ser muy útil en épocas de incertidumbre como la que vivimos actualmente” así resume la situación Mike Sullivan, y la verdad es que e factor experiencia puede ser determinante en la gestión de loas series este año; sin público, sin afición, sin viajes, el ambiente podría ser raro y no se sabe como van a adaptarse los jugadores a ello. Seguramente será cuestión de intentar dejar todo de lado y centrarse en los partidos y el equipo que mejor se adapte a la situación tendrá mas opciones de llegar a las finales.
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