La gran noticia en Arizona estas semanas, en cuanto a Baloncesto, es la extensión del contrato de DeAndre Ayton que se queda en los Pheonix Suns por 133M en 4 años.
No ha sido fácil, pero el pivote ha conseguido por fin su contrato. La relación entre el jugador y la franquicia venía deteriorándose desde hace un tiempo, y aunque esa firma parece resolver ciertas dudas, en realidad, los problemas no hacen más que empezar.
Al fin y al cabo, ¿es el matrimonio la solución para una pareja "rota"? (Obviamente, no)
Analicemos primero como se ha llegado a tal situación, y los motivos de los Suns para -al final- ofrecer esa renovación.
Antes de hablar de lo sucedido esta primavera, tenemos que volver al verano 2021. En salida de una excelente campaña de Playoffs durante la cual el jugador había sido excelente, la frustración se instalaba en el clan Ayton al ver que James Jones, el General Manager de Phoenix, no estaba abierto a las negociaciones y la franquicia tenía dudas en cuanto a la renovación de su contrato.
Mientras tanto, todos sus compañeros de draft, Luka Doncic (Dallas), Trae Young (Atlanta), Shai Gilgeous-Alexander (OKC) e incluso Michael Porter Jr. (Denver) firmaban sus nuevos contratos MAX. Siendo Ayton el pick número uno de esa clase 2018.
La cuestión : ¿se merece/vale Ayton un contrato MAX?
Sin duda, es un gran jugador; buen defensa aunque un poco "soft". En ataque tiene cualidades interesantes. Es móvil, reboteador, puede pick-and-pop, aporta mucho... Pero las dudas de los Suns son perfectamente entendibles. Sobre todo teniendo en cuenta el salario de Chris Paul y la extensión firmada por Devin Booker (250M/5años).
Dicho esto, hay que reconocer que no esa tensión no afectó el equipo ni el rendimiento del jugador. Phoenix hace una temporada 21-22 excepcional, la mejor de toda su historia y acaba leader de la NBA y gran favorito para el título.
Así llegamos al mes de abril. El grupo parece unido por las aspiraciones al título y la superioridad sobre la cancha así lo refleja.
El segundo punto conflictivo de esa relación es la literal implosión del equipo en Playoffs contra los Dallas Mavericks, y particularmente la dolorosísima derrota en el séptimo partido de la serie 90-123 en casa.
En la rueda de prensa posterior al partido, Monty Williams, el entrenador de los Suns enciende un poco la mecha hablando de "problemas internos".
Esas declaraciones en caliente después de perder un partido importante llaman la atención por dos motivos: - Monty Wiliams es uno de los personajes más discretos y más moderados de la NBA. No es "normal" viniendo de él.
- Los minutos de DeAndre Ayton en ese partido fueron anecdóticos y el entrenador no estaba nada contento con su big-man.
A lo largo de la semana post-eliminación, diferentes fuentes revelan que no solo el entrenador, sino que los compañeros tampoco estaban satisfechos con la actitud de Ayton. Filtraciones afirman que el numero 22 se pasaba las noches jugando a Call Of Duty (videojuegos) en su habitación de hotel, incluso en vísperas de partidos.
El mes de junio y la previa de la Free Agency, ha sido complicado para el Front-office de la organización. Se encuentran en la incómoda situación de tener que renovar a un jugador importante de la plantilla cuyos entrenador y compañeros no aprueban el comportamiento.
Entre las dudas que ya tenían los Suns el año anterior, la explosión del equipo en semifinales de conferencia, el enfado del entrenador, y el descontento de los líderes (C.Paul y D.Booker) con el jugador. La renovación parece cada vez más complicada.
Pues por si todo aquellos no fuera suficiente, un día antes de la apertura de la Agencia libre, resulta que Kevin Durant está disponible en el mercado y además, estaría interesado en jugar en el Footprint Center. (estadio de los Phoenix Suns para quienes no tienen la ref.)
Desde entonces, la cosa se ha estancado bastante. Por un lado, los diferentes intentos de la franquicias intentando incluir a Ayton en un posible Trade para conseguir a la estrella de los Nets han fracasado por el simple hecho de que Brooklyn no le quiere.
Por otra parte, la posición de James Jones en las negociaciones con cualquier General Manager es desventajosa, ya que todos saben que Phoenix tampoco quiere a Ayton. Con lo cual, las ofertas sobre la mesa no han sido interesantes.
En medio de ese atasco monumental, la salida "Indiana" va a ser la única solución. Los Pacers llaman a la puerta con una oferta de 133M en 4 años para el pivote.
¿Nos suena de algo? efectivamente; una vez hecha la oferta, los Suns tienen durante 48 horas la posibilidad de igualar la propuesta y por lo tanto, de quedarse con el jugador.
Así ha sido, de hecho no tardaron más de 2 horas para hacerlo.
¡ Menudo cacao! Siento que llegados a este punto, estamos perdiendo ya a algunos …🤯 No os preocupéis, vamos a explicarlo todo.
En realidad, a los Suns no les quedaba otra: El mercado está saturado y la mayoría de GMs están siendo muy cautos; no podían incluir a Ayton en el Trade de KD y tampoco conseguían traspasar al jugador.
Dejar salirle salir totalmente gratis rumbo Indiana (o donde sea) era completamente inaceptable.
En conclusión, DeAndre Ayton obtiene su contrato y se queda en Pheonix. La cuestión es que dicho contrato estipula que el jugador en intransferible hasta el 15 de enero, y tiene el derecho a oponerse a cualquier traspaso durante un año.
Con lo cual, esto cierra las puertas de Arizona a Kevin Durant. Ya que con CP3, Booker y Ayton, no queda suficiente espacio salaria para encajar los 50M/año del múltiple All-Star.
El único punto positivo para la franquicia de Robert Sarver es que no dan un contrato Max de 5 años, que era lo que el clan Ayton reclamaba, sino que se ahorran una cantidad importante de dinero y un año de salario.
Ahora, después de toda la trama, y con ese final, puede parecer que el tema está solucionado. Pero no nos engañemos; esto no hace más que empezar.
¿Cómo va ser la pretemporada de los Suns? ¿Cómo va a volver Ayton sabiendo que su equipo ha intentado todo para traspasarle? ¿Cuál va a ser su relación con su entrenador y sus compañeros? . . . Muchas preguntas.
Si bien Phoenix ha mantenido el núcleo del grupo, habrá que ver si no hay una ruptura desde el punto de vista humano entre los jugadores.
Yendo un poco más allá; para volver tras la desilusión de los últimos playoffs, hay que ser mentalmente muy fuerte, y en estas condiciones, el papel de Monty Williams como entrenador va a ser fundamental para dejar de lado los rencores y volver al trabajo.
También lo será el caracter de Chris Paul como líder veterano.
Da la sensación de que el vestuario de los Suns está y/o va a estar bastante frágil durante los próximos meses. Una serie de malos partidos, o la salida de algún jugador fundamental como Jae Crowder o Mikal Bridges podrían ser el detonante de una explosión en toda la regla.
Queda claro que hay una situación que está lejos de estar arreglada. Echando la vista un poco atrás; recordemos que Phoenix iba ganando 2-0 en su final contra Milwaukee antes de perder los siguientes cuatro partidos. También iban 2-0 y 3-2 en la semifinal ante Dallas este año antes del gran fracaso que supuso la eliminación.
Puede que, dentro de un tiempo, pensemos de nuevo a estos partidos y lo muy cerca que han estado de lograr el anillo, y que sean un punto de inflexión en la historia de la franquicia siendo el pico más alto del proyecto Booker-Ayton-Paul.
El tiempo nos dirá...
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