¿Qué pasa con Kyrie? La idea no es comentar polémicas y mucho menos criticar a la persona; que conste que sigue siendo uno de los mejores o el mejor ball handler de la NBA, lo que queremos es entender porque ha pasado de ser una bendición tener a Irving en su plantilla a ser un problema.
Pongámonos en el contexto, Kyrie nació en Melbourne, Australia, de padres americanos. Su paso por la Universidad de Duke ha sido fugaz ya que solo jugó una temporada (2010/2011) antes de ser el primer pick de Draft de los Cleveland Cavaliers en 2011.
El año Rookie fue espectacular, MVP del Rising Star Challenge anotando 34 pts y dejando un 8 de 8 en triples, el jugador fue elegido Rookie Of The Year (mejor novato del año) de forma unánime registrando 18.5 pts y casi 6 Ast de promedio.
La temporada 2012/2013 fue aún más llamativa, contra los New York Knicks, Irving anotó 41 puntos con 5 asistencias y 5 rebotes y se convirtió en el jugador más joven en anotar 40 puntos en el Madison Square Garden siendo un año más joven que Michael Jordan que lo hizo en 1985. Pero eso solo fue el principio, seleccionado para su primer All-Star game, Kyrie ganó el concurso de triples enfrentándose a Matt Bonner en la final de dicho concurso.
Base titular de la Conferencia Este en el All-Star Game de la NBA 2014. Irving registró 31 puntos y 14 asistencias y ganó el premio de MVP del partido.
Metido en una dinámica de continua mejora, el 19 de abril 2015 el jugador disputó su primer partido de playoffs contra los Boston Celtics, partido que acabó con 30 pts. Gracias al trio Lebron James – Kyrie Irving – Kevin Love, Los Cavaliers arrasaron en la conferencia Este y se plantaron en las finales NBA, desgraciadamente, nada más empezar el primer partido contra los Golden State Warriors el base sufrió una lesión en la rodilla y fue descartado para el resto de la serie al día siguiente con una fractura de la rótula izquierda que requirió cirugía. Los Cavaliers perdieron la final contra los Warriors de Stephen Curry en seis partidos.
La consagración llegó un año después, en 2016, Los Cavs llegaron a una segunda final consecutiva contra los mismos Warriors, Kyrie erró muchos de sus lanzamientos en el 1er partido de las finales, 7 de 22 en tiros de campo para 26 puntos. Pero Cuando se encontraban perdiendo 3-1 en la serie, Irving y LeBron James asumieron el control en el 5º partido anotando cada uno 41 puntos para llevar a los Cavaliers a una victoria 112-97, forzando un sexto partido. Irving y James se convirtieron en los primeros compañeros de equipo en anotar 40 puntos en un partido de finales de la NBA. Los Cavaliers también consiguieron forzar un 7º partido, haciendo que el título se decidiese en el último duelo; 7º partido donde Irving anotó un triple a falta de 53 segundos para el final que puso a la franquicia de Cleveland con una ventaja de 92-89, y ganaron el partido 93-89 y la serie 4-3 convirtiéndose en el primer equipo en recuperarse de un déficit de 3-1 en unas finales NBA. Así Kyrie Irving ya tenía su anillo.
A partir de ahí, las cosas comenzaron a complicarse, en 2017, a pesar de una tercera final consecutiva contra los Warriors, y de una final de conferencia espectacular contra los Celtics, ya se empezó a escuchar algún que otro comentario inconformista del de Melbourne; declaraciones que pedían indirectamente mas protagonismo y sobre todo mas reconocimiento.
En 2017, Boston tira la casa por la ventana y consigue fichar a Kyrie Irving a cambio de Isaiah Thomas y Jae Crowder, fichaje muy polémico ya que eran jugadores que venían de firmar una gran temporada llevando a los Cs a la final de conferencia, de hecho, Thomas venia de ser elegido All Star. La apuesta por Irving fue seguramente un buen movimiento para ambas parte, por un lado, el jugador quería ser líder de un vestuario y ser la estrella de un equipo, el que hasta el momento siempre había estado en la sombra de Lebron James, y por otro lado, la franquicia de Massachussets necesitaba una estrella para liderar al grupo de talentos jóvenes que tenían (Jaylen Brown, Jayson Tatum, Marcus Smart,…), la combinación de todos con veteranos como Al Horford o Marcus Morris y el segundo fichaje estrella: Gordon Hayward, solo podía ser ganadora… ¡pues no! Aunque la lesión de Gordon Hayward a los 5 minutos de comenzar el primer partido de la primera temporada le dejaba las vías libres a Kyrie para ser el líder absoluto del equipo, y a pesar de hacer buenos números en el primer tercio de la temporada, en Boston no estaban muy satisfechos con nuestro amigo, ni los jóvenes, ni los veteranos, y mucho menos el coach Brad Stevens. (explicaremos porque más adelante)
Finales de marzo 2018, Irving se volvió a someter a una nueva cirugía y se perdía así los playoffs. Cuando todos pensábamos en lo dramática que había sido la temporada de los Celtics, como si perder a Hayward al principio no era suficientemente cruel, ahora se iban a tener que enfrentar a los playoffs sin Kyrie, los bostonianos demostraron la plenitud de su talento y su potencial ganando a Washington y a Philadelphia y empujando a los Cavaliers de Lebron James a un séptimo partido en la final de conferencia, Terry “Scary” Rozier ejerciendo como base titular, junto a un dúo 2-3 Tatum-Brown (20 años – 21años) y con Marcus Smart (22 años) en salida de banquillo, todos siguiendo las directrices del mejor entrenador de la temporada 17/18 Brad Stevens.
¿Por qué es tan importante esto? Porque el golpe fue muy duro de encajar para Kyrie Irving, la franquicia del que quería ser líder demostró poder hacerlo muy bien sin él, es más, Boston jugaba mejor sin él. Pero iba a tener otra oportunidad para volver a imponerse la temporada siguiente (2018/2019), con Hayward a su lado, unos jóvenes con más experiencia y un banquillo estable, todo pintaba bien. ¿el problema? se llama Kyrie Irving: todo aquello que no gustó del jugador el primer año se confirmó poco a poco durante el segundo.
(Allá va la explicación) Primero el entrenador; Brad Stevens es un genio tácticamente hablando, sus movimientos de pizarra son muy trabajados y sus esquemas implican un colectivo, pero Kyrie no encaja en ese colectivo, es un jugador que necesita mucho tener el balón, lo que significa menos balón para los compañeros, es la mejor manera de ralentizar el ritmo de juego y frenar las transiciones, y eso al coach no le gusta nada. Irving reclama la pelota en todas las posesiones, y quiere ser el protagonista en todas las jugadas ofensiva, hechos que desesperaron poco a poco a Brad Stevens, que además se tenia que preocupar por tapar los defectos del jugador en defensa.
Segundo, los compañeros; es fácil entender que obligar a jugadores jóvenes en plena progresión a tener menos el balón y coger menos tiros es básicamente frenar dicha progresión. Gente como Jaylen Brown o Jayson Tatum, viniendo de disputar las finales del Este, veían como no podían desarrollar su potencial y su juego porque el “líder” del equipo quería hacerlo todo el y a su propio ritmo. El malestar ya se había instalado. Mas malestar aun cuando jugadores con experiencia como Morris o Horford empezaron a reprocharle ciertas actitudes a Irving, el poco compromiso con los jóvenes y el poco esfuerzo en defensa entre otras cosas, sabiendo que la defensa en movimiento (en Switch) de Brad Stevens requiere el compromiso de todos.
Kyrie había conseguido “tener en contra” tanto y los compañeros como al entrenador. Pues, por último, la directiva también; aunque en el tema marketing-financiero había sido un éxito el fichaje, el management en Boston estaba preocupado por lo deportivo, y comprendieron rápidamente que, por lo que habían demostrado en playoffs, su proyecto deportivo se basaba en los talentos brutos que tienen en la plantilla, los “J-brothers” (Jayson y Jaylen) van a ser el futuro de la franquicia y la responsabilidad de devolver al equipo con más títulos de la NBA va a ser de ellos; con lo cual, no necesitaban a un Kyrie Irving bloqueando su desarrollo.
Los Playoffs 2019 sentenciaron la etapa Irving en Boston, el equipo mostró relativamente buena cara en semifinales contra el todo poderoso Milwauckee, pero el jugador terminó con apenas 11 puntos de media y con un porcentaje de tiros de campo de 28% en la serie. En verano, el de Duke fue traspasado a Brooklyn.
Me gustaría contaros que en los Nets las cosas fueron mejor, pero no es así. Igual que en Boston, todo empezó bien, unas declaraciones del propio jugador afirmando que entendía el papel que jugó Lebron James en Cleveland dando un paso atrás para él pueda desarrollar su potencial, y que no iba a repetir los errores cometidos en los Cs. ¡Perfecto! El inicio de temporada nos deja algunas actuaciones del jugador que conocemos todos, entre ellas un partido contra los Knicks a 55 pts y 11 Ast. Pero igual que en Boston (otra vez), el problema lo tienen los compañeros y el entrenador; Spencer Dinwiddie se ve obligado a salir desde el banquillo y Caris Levert a reducir su volumen de tiro; y el entrenador, Kenny Atkinson, se enfrenta a los mismos problemas que tuvo Brad Stevens; el juego de los Nets no es tan fluido como el año anterior y los buenos resultados tardan en llegar.
Irving se vuelve a lesionar y juega a penas 26 partidos de la temporada regular, pero sorprende durante su ausencia con unas declaraciones “Es evidente que necesitamos una o dos piezas para complementarme a mí, a Durant, DeAndre Jordan, Temple, Dinwiddie y LeVert”; a parte de dejar de lado a varios compañeros, no entiende que si la franquicia ha tenido que dejar marchar a muchos jugadores (D’Angelo Russel por ejemplo) es para poder hacer hueco en sus finanzas y pagar SU contrato. Como si no fuera suficiente, volvió a tomar la palabra diciendo “Voy a seguir presionando y exigiéndome tanto a mí mismo como a mis compañeros. Si soy duro como líder o soy demasiado para alguien, que se quede fuera de nuestro vestuario. Es tan simple como eso” ¡pero no decía que ya entendía lo que era ser líder! Aquí hay dos puntos importantísimos: uno, esa no es la manera correcta de gestionar un liderazgo, así solo se confirman las dudas sobre su capacidad a ser el numero uno de un equipo. Y dos, Irving NO ES el líder de los Nets, ahora mismo es el equipo de Kevin Durant, Kyrie esta “al mando” mientras KD se esta recuperando de su lesión. Es como si tu jefe/a está de baja unos días y el provisional quiere cambiar la plantilla sin consultar nada a nadie; puede tener razón o no, pero no le toca hacerlo a él.
Brooklyn no es Boston, Kenny Atkinson se marcha de “mutuo acuerdo” a mitad temporada, y a los Nets no les queda otra que ver hasta donde pueden llegar con el dúo Durant-Irving. No digo que está mal, de verdad que no se trata de juzgar, quizás ganen el anillo en un año o dos y todo prefecto, pero desde aquí solo queremos ver y disfrutar de Kyrie Irving el jugador, sin historias, sin problemas, y si tiene que tener protagonismo que sea en la cancha.
Después de su fracaso en Boston, una gran franquicia a todos los niveles, donde se trabaja muy bien y hay una gran afición, no seria mejor hablar menos, criticar menos, y centrarse en jugar al baloncesto; ahora ya no tiene la excusa del entrenador, o de los compañeros, si el proyecto Nets fracasa, será directamente culpa de sus dos estrellas que no habrán sabido llevarlo a cabo, y si KD puede alegar lesión, Kyrie no tiene cuartada ningua.
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